At the oasis, we watched in awe as the camel's humps rose and fell with each labored breath, its long eyelashes blinking slowly as it munched on a particularly succulent patch of thorny scrub.
En el oasis, observamos con asombro cómo las hinchas del camello se levantaban y descendían con cada respiración trabajosa, sus largos párpados parpadeaban lentamente mientras comía una parcela especialmente jugosa de arbusto espinoso.