Why is learning English harder for an adult than for a child?

Children learn languages naturally
Small children learn languages more easily and more quickly than adults do. Starting to learn a foreign language when you are over the age of 18 is infinitely more difficult than if you start as a young child or better yet, a baby. Why is this?
Babies start to pick up on sounds of a language while in the womb. They listen to the “song” of the language(s) being spoken around them, the rhythm, stress, and intonation of speech, which linguists call prosody. If you hum a sentence in English, the sound of that is the prosody. If someone then hums a sentence in Spanish, Russian or Chinese, the prosody of each language will sound different. Naturally, babies that are exposed to more than one language while in utero, and thus more than one prosody, have a head start on being bilingual or even trilingual later in life.
A child´s first word is, for parents, one of the most exciting moments in their child´s evolution. After that first word come many new words, and by a year and a half, most children start to “*arrange words*” or put them in small sentences. By 2 years old, most children know between 20 and 200 words, and that number soars to almost 1,000 words by the age of three. For children, this process seems effortless. But how exactly does it happen?
One of today´s experts on children´s ability to learn languages is linguist Dr. Charles Yang, author of the book “The Infinite Gift: How Children Learn and Unlearn the Languages of the World”. Dr. Yang´s book comes after years of research in linguistics, and an especially close-to-home study of his own young son and the way in which he learns to speak the English language. Yang demonstrates that children learn languages naturally.
Yang believes that the linguist Noam Chomsky revolutionized linguistics as he was the first to give children the credit they deserve in language learning.
Yang writes;
“The only way for children to learn something as complex as language, Chomsky contends, is to have known a lot about how language works beforehand, so that a child knows what to expect when immersed in the sea of speech. In other words, the ability to learn a language is innate, hidden somewhere in our genes.”
Whereas adults have to memorize different grammar rules to understand a language, children learn grammar naturally by listening to those around them. Adults use their heads to learn a language, while children use their bodies and respond to new languages with curiosity and impartiality.
Chomsky wrote:
“A child who learns a language has in some sense constructed the grammar for himself on the basis of observation of sentences and non-sentences (i.e. corrections by the verbal community)."
He also believed that most children exposed to spoken language around them, independent of the language, culture or intelligence level, learn at a similar and very rapid pace, “…the young child has succeeded in carrying out…a remarkable type of theory construction. Furthermore, this task is accomplished in an astonishingly short time, to a large extent independently of intelligence, and in a comparable way by all children.”
Parents are encouraged to speak a lot to their toddlers, read to them frequently, and expose them to a wide variety of vocabulary in order to prepare them for the big wave of speech starting between 2 and 3 years of age. And for those who expose their children to more than one language, even better. Immersing your children in another language and culture is beneficial to their social and cognitive development. Many experts believe that children exposed to two or more languages from a very early age have what is called “mental dexterity”, defined as intelligence revealed by quickness and alertness of mind. And not only will bilingual children be more alert in the mind, but also more culturally open-minded as an adult.
¿Por qué aprender inglés es más difícil para un adulto que para un niño?

Los niños aprenden idiomas de manera natural
Los niños pequeños aprenden idiomas más rápidamente y más fácilmente que los adultos. Empezar a aprender un idioma extranjero cuando tienes más de 18 años es infinitamente más difícil que si empiezas siendo niño, o mejor todavía siendo bebé. ¿Por qué es así?
Los bebés comienzan a captar los sonidos de un lenguaje mientras están en el útero. Escuchan la “canción” de los idiomas que se hablan a su alrededor; el ritmo, la acentuación y la entonación del habla. Es lo que los lingüistas llaman la prosodia. Si tarareas una frase en inglés, el sonido producido es la prosodia. Si alguien después tararea una frase en español, ruso o chino la prosodia de cada idioma sonará diferente. Naturalmente, los bebés que están expuestos a más de un idioma mientras están en el útero, y por consiguiente a más de una prosodia, tienen una ventaja para poder ser bilingüe o incluso trilingüe en el futuro.
La primera palabra de un niño es, para los padres, uno de los momentos más emocionantes de la evolución de su hijo. Después de esa primera palabra vienen muchas nuevas palabras y al año y medio de edad la mayoría de niños empiezan a “ordenar palabras” o ponerlas en pequeñas frases. A los dos años la mayoría de niños saben entre 20 y 200 palabras y esa cifra se dispara a casi 1,000 palabras a los tres años siendo un proceso para los niños sin demasiado esfuerzo. Pero, ¿cómo ocurre exactamente?
Uno de los expertos hoy en día en aprendizaje del lenguaje, es el lingüista Dr. Charles Yang, autor del libro “El regalo infinito: Cómo los Niños Aprenden y Desaprenden los Idiomas del Mundo”. El libro de Dr. Yang es fruto de años de investigación como lingüista y es un estudio especialmente cercano a su propio hijo pequeño y a la manera en que éste aprendió a hablar el inglés. Yang demuestra que los niños aprenden idiomas de forma natural.
Yang cree que el lingüista Noam Chomsky revolucionó la lingüística porque fue el primero en dar el crédito que merecen los niños por el aprendizaje del lenguaje.
Yang escribe;
“La única manera en la que los niños aprenden algo tan complejo como el lenguaje, sostiene Chomsky, es por haber sabido mucho sobre cómo funciona un idioma anteriormente, así que un niño sabe lo que le viene cuando está inmerso en el mar del habla. En otras palabras, la habilidad de aprender un idioma es innata, escondida en nuestros genes.”
Mientras que los adultos tienen que memorizar las diferentes reglas gramaticales para entender un idioma, los niños aprenden la gramática naturalmente al escuchar a las personas que los rodean. Mientras que los adultos utilizan sus cabezas para aprender un idioma, los niños usan sus cuerpos y responden a nuevos idiomas con curiosidad e imparcialidad.
Chomsky escribió:
“Un niño que aprende un idioma, de alguna manera, ha construido la gramática sólo en base a observar frases y no-frases (es decir, correcciones por parte de la comunidad verbal)"
También creía que la mayoría de niños expuestos a un lenguaje verbal a su alrededor, independiente del idioma, la cultura o el nivel de inteligencia, aprenden a un ritmo rápido y muy similar, “…el niño pequeño ha triunfado en realizar…. un tipo de construcción teórica extraordinario. Además, esta tarea se consigue en un periodo de tiempo asombrosamente corto, en gran medida independiente a la inteligencia, y en modo comparable por todos los niños. ”
Se anima a los padres a hablar mucho con sus hijos, a leer frecuentemente y a exponerles a una gran variedad de vocabulario para prepararlos para la gran ola de lenguaje que empieza entre los 2 y 3 años. E incluso mejor para aquellos que exponen a sus hijos a más de un idioma. La inmersión de tu hijo a otro idioma y cultura es beneficioso para su desarrollo social y cognitivo. Muchos expertos creen que los niños expuestos a dos o más idiomas desde muy jóvenes tienen lo que llaman “destreza mental” definido como inteligencia revelado como rapidez y lucidez de la mente. Y los niños bilingües no solo serán más lúcidos de mente, sino que también de una mentalidad más abierta culturalmente como adultos.